Diálogos Generativos

Dando el salto de la comunicación efectiva a comunicación con sentido

                                

Mucho se habla de la asertividad a la hora de comunicarnos, la teoría dice que debemos tener la capacidad de escucha efectiva para ser asertivos a la hora de transmitir el mensaje con lo cual estaremos más cerca de una comunicación eficiente y consistente.

Si bien esta teoría es correcta, hoy los invitamos a que se analicen y construyan sobre la posibilidad de tener verdaderos diálogos generativos, procesos de comunicación que construyan significado y permitan interacciones directas de calidad tanto emocional como de conocimiento.

La teoría de Dora Fried Schnitman propone tres elementos para proyectar y construir verdaderos diálogos:

 . Creación de Significado, es partir de cero a la hora de construir nuevos contenidos y esto se logra con preguntas poderosas que ofrezcan valor y tengan valor en la comunicación.

 . Experiencia, es la habilidad que podemos y tenemos a partir de la observación, de nuestras propias vivencias; en otras palabras es vincularse a la comunicación más allá de ser un emisor o receptor.

 . Conocimiento, es nuestra propia experiencia porque allí habita la información real que puede construir y aportar, allí esta nuestro conocimiento, nuestras vivencias, todo lo que hace parte de cada individuo.

Hablar de diálogos generativos es ir mas allá de la necesidad de comunicarnos, para comenzar a entender que entre más directa, coherente y real sea nuestra comunicación, mas podremos aportar, construir y co crear.

¿Dónde estás construyendo tus nidos?

                                              

                                                      

De la creencia a la seguridad

Siempre que emprendemos nuevos proyectos les imprimimos deseos, intensiones, emociones y mucha fuerza o fe para que se materialicen y nos permitan estar en el punto donde soñamos.

En estos días conversando con uno de nuestros clientes concluimos que, aun cuando somos buenos arquitectos de nidos, entendiendo que cada nido es un gran sueño, muchas veces nos equivocamos en donde alojamos esos nidos, y esto conlleva a que en ocasiones, nuestro nido no resulte tan grandioso como lo soñamos.

Sin embargo y pese a que la naturaleza misma nos indica que estamos en el lugar equivocado, aun así, nos sostenemos de él, lo intentamos re acomodar, le damos forma y color convencidos de que si puede ser cuando, el problema está en que no pertenece al lugar donde lo pusimos.

Cuantas veces no hemos caído en la trampa de creer que estamos en el mejor de los nidos, cuando en realidad solo estamos aferrados a no perderlo por ser tal vez lo mejor que creo posible para mi vida, incluso a pesar de que sepamos que no llena nuestro interior.

Y aquí recordé los últimos años que trabaje como dependiente, en los cuales me sentía prisionera de una rutina que sólo me estaba carcomiendo, pero que justificaba en la necia idea de que no sería fácil encontrar algo mejor.  El día que abandoné ese nido aprendí a volar con mayor fuerza, a construir nuevos nidos, a disfrutarlos al máximo porque también descubrí que no hay nidos eternos, solo son transitorios y sirven solo y si tienen la capacidad de llenar mi interior, cuando mi interior comienza a sentirse perdido, es momento de emprender el vuelo y construir uno nuevo.

Si es posible vivir de sueño en sueño o de nido en nido, solo debemos tener la capacidad de creer para crear y disfrutar, lo que sigue es simple, agradecer y soltar.