El aprendizaje debe ser una experiencia de vida. DyN Consultores enfoca todo su saber en proporcionar espacios para el reconocimiento de mis propias habilidades y potencializarlas hacia los demás
viernes, 27 de julio de 2018
miércoles, 25 de julio de 2018
Los 7 Hábitos más Importantes para Ser Feliz
- Cuidar la Salud. Hágalo no porque se enfermo o quiere ser modelo, manténgala para vivir feliz.
- Apasiónese. Disfrute de su vida, tal y como es, que sus acciones le griten al mundo que su mayor pasión este encapsulada en sus venas.
- Genere cambio de rutinas. ¿porque seguir desayunando con coca cola cuando podría hacerlo con jugo de naranja?. Deshágase de las malas prácticas, usted mejor que nadie sabe que debe ajustar en su vida.
- Conviértase en Ejemplo. No espere a que el mundo cambie para cambiar usted. El mundo se transforma con pequeñas acciones.
- Organice su Tiempo. La mejor estrategia para cumplir con todas las tareas, inicie por la que menos le guste, así el resto del día usted se sentirá cómodo con todo lo que deba hacer.
- Haga buenas relaciones. No es por la cantidad de personas que tengas en tu vida, es por la calidad de tus relaciones y por la oportunidad que te des de conocer nuevas personas.
- Ahorrar. Ahorrar es simplemente proyectar sueños para ser materializados.
jueves, 19 de julio de 2018
Felicidadmicina
La
primera vez que leí sobre Bután y su FIB (Felicidad Interna Bruta), quede
bastante sorprendida de que 4 décadas después se siga usando este modelo como
referencia de que si es posible medir un país, una sociedad, una economía a
partir del grado de felicidad de sus habitantes.
Encontramos
investigaciones y modelos adicionales muy bien ejecutados sobre las fuentes de
esa felicidad, como es el caso del Instituto de la Felicidad de Coca Cola, o la
investigación de Robert Waldinger que le llevo más de 75 años o las
estadísticas que califican a Colombia como un país con altos niveles de
felicidad.
Todos
ellos concluyen 3 aspectos interesantes:
.
Yo soy el
único promotor de mi propia felicidad, así que, eso de que necesito de alguien
o algo para ser feliz, es un cliché social al que en el algún momento le dimos
poder.
.
Fuimos tan
perfectamente diseñados para ser felices que tenemos hormonas que segregan
sustancias químicas que nos sintonizan con la felicidad. (Dopaminas para
movilizar el placer y la motivación, Serotonina para aliviar el estado de ánimo
y endorfinas que literal, producen felicidad)
.
La felicidad
no es un concepto, es en definitiva un estilo de vida que propone e implica,
cuidarse en todos los sentidos (físico, emocional, económico, en calidad de
vida)
Las
definiciones y teorías son variadas, todas ellas perfectamente documentadas y
sostenibles, con resultados y mediciones comprobables y con diversidad de
aplicaciones desde lo personal, familiar, laboral, social, etc. El punto de
partida en todas es un único individuo intentando movilizarse sobre el concepto
para descubrir su impacto y trascendencia.
La
película Henry en busca de la felicidad a mi juicio logró mostrar de una forma
divertida y totalmente lúcida ese movimiento hacia la felicidad donde lo que se
abre a la experiencia no es un proceso, es un hombre reconociéndose único y
comprometido ella.
La
felicidad no es un derecho, no es una opción de vida, ni si quiera es una
invitación, es una obligación tuya y mía.
viernes, 13 de julio de 2018
Humildad
Una sutil invitación al
aprendizaje
Hace
un par de días descubrí que la humildad es un concepto tan poderoso que, si se
contemplara y, sobre todo, se extrapola a la vida cotidiana, sería suficiente para
generar una transformación interesante que propusiera un giro a la sociedad.
El
termino por sí mismo propone la disminución de un ser humano en comparación con
las cosas (materiales, profesionales o espirituales) que posea, es decir, que
usado de la forma incorrecta es jamás verse o sentirse a la altura de otros: y
siendo sinceros, así es como en la vida cotidiana se entiende y se vive el
concepto de la humildad.
Pero
qué pasaría, ¿si le diéramos una interpretación diferente? Para mí, más que ser
clasificada como virtud, debería ser identificada como un estilo de vida
propositivo, libre de estereotipos y lleno de conciencia y claridad sobre lo
que verdaderamente implica vivir.
Alguien
con verdadera humildad comprende que, para dormir bien, esto se puede hacer en
una cama King con colchón ortopédico o en colchón sencillo bellamente acomodado
en una estiba lijada y pintada con cariño.
Que
para cenar a la altura se puede al calor de un rico vino o de una tasa caliente
de chucula artesanal.
Que
una simple pared puede reflejar el gusto de quienes viven allí con un bello
cuadro de Picasso o monet o con hermosos avisos hechos a manos que invitan a
querer lo que comparten.
Que
comprender el valor de cenar en familia engrandece, pero que si no la tienes, y
lo haces con tus amigos, gatos o perros también.
Que
soñar en grande es tan válido como solo soñar, porque el impacto, proyección y
disfrute al final del proceso solo se lo darás tú mismo.
Ser
humilde para mí, implica aceptar con libertad y determinación, esa sutil
invitación que nos hace la vida para el aprendizaje, la experiencia y el
disfrute.
miércoles, 4 de julio de 2018
Aprendiendo a Viajar Ligeros de Equipaje
El Poder de Cerrar Ciclos
Cuando
nos enfrentamos a momentos decisivos en la vida, entramos en procesos que
muchas veces nos llevan a re plantear, re dirigir y muchas veces, a volver
comenzar. Estos procesos nos cuestionan
sobre la capacidad que tenemos para resolver las situaciones pero más que eso,
son momentos que nos proponen es un verdadero auto descubrimiento.
Todo
auto descubrimiento requiere, además de honestidad individual, reconocer que
los ciclos se deben cerrar correctamente para no seguir avanzando con lastres
que tarde o temprano van a terminar deteniendo nuestra marcha o convenciéndonos
que es mejor no continuar.
Desde
que nacemos nos movemos en tiempos o ciclos que implican crecer y proyectarse.
Aprender a caminar, comer solos, avanzar en las diferentes etapas educativas,
el trabajo, el noviazgo, el matrimonio, los hijos, hasta el lugar donde vives o
los mismos hábitos que tenemos.
Un
día te levantas con la intensión de avanzar y entonces te cortas el pelo,
renuncias, te mudas, vendes el carro, te vas de la casa.
Todos
y cada uno de esos movimientos requieren la ejecución de dos acciones
consientes: gratitud y perdón.
Estos
dos elementos son indispensables para avanzar, la ausencia de cualquiera de los
dos lesiona el proceso y cambia radicalmente el rumbo.
Alcanzar
la gratitud al cerrar ciclos es entender que todo, y digo todo, se debe ver con
los ojos de la gratitud. Experiencias buenas nos proyectan, ratifican nuestros
sueños y deseos, nos impulsan y alientan a continuar con esa aparente seguridad
que nos indica el corazón de que todo es posible. Las experiencias malas por su
parte, nos ubican, aleccionan, enfocan y nos muestran por donde, con quien o
como no continuar; pero si lo vemos más allá del dolor, la tristeza o la
frustración experimentada, son esos momentos de quiebre los que de verdad nos
catapultan hacia algo totalmente diferente y posiblemente mucho mejor de lo que
suponíamos era ideal.
Agradecer
libera, limpia el canal de comunicación contigo mismo y el universo que interconecta
todo cuanto somos.
El
perdón por su parte, es un acto de bondad que debe arrancar por mí antes que
con cualquier otra persona. Perdonarse
implica romper el paradigma de la culpa (que no existe), y entender que en toda
acción está presente algo que se llama responsabilidad.
Cuando
entiendo esta gran diferencia, encuentro la guía para iniciar un verdadero
camino de perdón. Perdonarse así mismo
es tal vez una de las acciones más complicadas porque exige que ya no
participes del rol de victima ni de victimario, que contemples todo el panorama
y no solo tu herida, que descubras en las cicatrices la belleza del
aprendizaje, de las oportunidades y de la vida misma.
Dar
el siguiente paso hacia el perdón con otros, es ahora más simple, y eso se logra
comprendiendo que al frente no tienes enemigos, solo maestros que te están
enseñando como construir cada día, una mejor versión de ti mismo.
El
ciclo que quieras, en la medida que busques y necesitas se puede cerrar
agradeciendo y perdonando, solo requiere de un ser humano listo para aprender a
volar ligero de equipaje.
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