Los 4 Miedos

De acuerdo con la sabiduría Tolteca, los seres humanos en general coexistimos con 4 miedos, algunas personas experimentaran con mayor o menor intensidad uno o varios de ellos, pero lo cierto, es que todos de una u otra forma los sentimos, los conocemos pero normalmente no los manejamos, porque no sabemos cómo controlar aquello que nos atemoriza.

Si bien es cierto que el miedo se vence enfrentándolo, hay que saber cuál es el mejor camino para hacerlo.

Miedo a la Soledad.

La soledad es un estado de auto conocimiento, es un momento donde la ausencia de compañía física nos propone varios caminos, todos ellos requieren de un único líder y ese tal vez es el punto donde la soledad nos pega, el sentirnos responsables directos, el tener que vernos de forma autónoma, el reconocernos como un todo.

El camino es el silencio, en el silencio podemos encontrar nuestra verdadera esencia, una capacitada, libre, sensible, disponible y lista para reconocerse. El silencio propone calmar el alma, conversar consigo mismo, escuchar el mundo sin el ruido ni las percepciones de otros. En el silencio esta la compañía que buscas, que no es otra persona diferente a ti, totalmente completa.

Miedo al Dinero.

La escases nos limita, físicamente, pero nos amputa mentalmente cuando construimos o soñamos fundamentando lo que somos o podemos ser en la cantidad de dinero o bienes que podamos tener. Con dinero se obtienen cosas, pero no experiencias. Con dinero se obtiene bienestar físico, pero no emocional. Con dinero se tiene cerca a las personas, pero no verdaderas relaciones.

El secreto para procesar correctamente este miedo está encerrado en una palabra de 8 letras: Gratitud! Agradece lo que tienes, pero también lo que no. Agradece lo que eses, pero también lo que aún no. Agradece por quienes tienes al lado aun cuando sean imperfectos a tus ojos. Agradece por lo que es obvio, pero que si faltara o fallara sería el todo, como tus ojos, piernas, manos, como respirar.

Miedo a la Enfermedad.

Cuesta comprender las pausas que nos impone la vida, los retos que vienen con la enfermedad y la incesante pregunta ¿Por qué a mí?.

La enfermedad solo tiene un camino y se llama el amor. Amar nuestra historia con todo lo que trae, amar nuestro pasado, amar nuestro presente, es la única forma que existe para superar la enfermedad.

Los seres humanos tenemos una capacidad increíble para amar todo lo que nos hace felices, nos proyecta o nos pone en el lugar ideal de nuestra vida. Esa misma capacidad debemos desarrollar con la enfermedad, amarla, porque a través de ella llega la sabiduría, la obediencia y la perfección. La enfermedad nos obsequia verdaderos amigos, verdaderos momentos, verdadero amor.

Miedo a la Muerte.

Creo que es el miedo más profundo y colectivo que tenemos los seres humanos. Dejar de existir, tener tanto por hacer, querer estar para quienes amamos eternamente.

La muerte solo es como dicen los chicos en los video juegos: “el siguiente nivel”. Tememos a lo desconocido, el punto es que comprender que ese siguiente nivel es posiblemente nuestro origen y ese lugar si lo conocemos.

El camino para confrontar este miedo es reconocer que él ahora es lo más grandioso que tenemos y que ese deseo que todo los seres humanos compartimos es lo que nos debe proporcionar la paz para comprender la muerte: dejar huella! Que tu huella le cuente al mundo que viviste plena, consiente y llena de experiencias y aprendizaje.

Vive con plenitud y el miedo sea cual sea, nunca tendrá el poder para detenerte.